martes 07 de mayo de 2024 - Edición Nº1420

Locales | 14 abr 2024

EDITORIAL

Un viaje entre la fe y la tradición

Mientras algunos perdían la montura, el liderazgo de Orrego emerge como un faro de esperanza y renovación, desafiando el vacío dejado por los líderes del pasado y señalando un camino hacia un futuro próspero y lleno de tradición.


 

Una vez más, la XXXIII Cabalgata de Fe a la Difunta Correa ha llegado a su fin, dejando a su paso un torrente de emociones, devoción y desafíos. Este evento, profundamente arraigado en la tradición y la cultura sanjuanina, no solo ha sido una muestra de la fuerza del pueblo argentino, sino también un recordatorio de la importancia de mantener vivas nuestras raíces y valores más profundos.

Desde sus inicios, la cabalgata ha sido mucho más que un simple desfile de jinetes; ha sido un tributo a la mítica Difunta Correa que atrae a miles de fieles y curiosos cada año. Este año, bajo el liderazgo del gobernador Marcelo Orrego, la cabalgata tomó un nuevo significado, demostrando una vez más el compromiso del líder con las tradiciones y valores de San Juan. La imagen del gobernador montando a caballo y compartiendo la experiencia con sus conciudadanos es un claro reflejo de su cercanía con el pueblo y su compromiso con preservar nuestras costumbres más arraigadas.

Pero como en toda travesía, la cabalgata no estuvo exenta de desafíos. El fuerte temporal que azotó la región puso a prueba la resistencia física de los participantes, pero también la capacidad de liderazgo del gobernador Orrego. Su manejo de la situación, su calma y su solidaridad con los afectados nos recuerdan que los verdaderos líderes se forjan en momentos de adversidad.

En última instancia, la cabalgata nos deja con una poderosa lección: la importancia de mantener vivas nuestras tradiciones y valores, incluso en tiempos de incertidumbre y desafíos. Como dijo el presidente de la Federación Gaucha Sanjuanina, Sergio González, este evento es un "gran desafío", pero también una oportunidad para demostrar la fuerza y la resiliencia del pueblo sanjuanino.

La gente sigue acompañando a Orrego y su proyecto de provincia, reconociendo su compromiso con el desarrollo económico y social de San Juan. Su enfoque en aprovechar los recursos naturales y humanos de la provincia para generar capital es un paso en la dirección correcta. Es hora de dejar atrás la gestión pasada y mirar hacia el futuro con optimismo y determinación. La Cabalgata a la Difunta Correa nos recuerda que nuestras tradiciones y valores son parte fundamental de nuestra identidad y que es responsabilidad de nuestro líder preservar y promover estas prácticas que nos hacen únicos como pueblo.

En este tipo de eventos populares se aprecia una división visual entre el pasado y el presente, mostrando a Uñac, Gramajo y Abarca de Albardón en un lado, simbolizando el pasado del peronismo en la provincia, y a Orrego liderando la cabalgata en el otro lado, representando el nuevo liderazgo y enfoque político. Vemos una representación simbólica del deterioro del peronismo en la provincia, con imágenes de ruinas o escombros que reflejan el colapso de la antigua estructura política debido a la soberbia y el ego de los líderes del pasado. A las claras se observa una pintura que resalta el vacío dejado por la salida de estos personajes del poder, mostrando un paisaje político cambiante en el que el periodismo y las cámaras ya no siguen a los líderes políticos de antes, sino que se centran en nuevas figuras como Orrego y su enfoque renovado de la gestión provincial.

En palabras del Martin Fierro, "Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera; tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea". Esta reflexión nos recuerda la importancia de la unidad y la solidaridad en la construcción de un futuro próspero y lleno de oportunidades para todos los sanjuaninos. Que el liderazgo ejemplar del gobernador Orrego continúe guiando a San Juan por el camino del progreso y la prosperidad, manteniendo siempre viva la llama de la fe y la tradición.

En conclusión, la XXXIII Cabalgata a la Difunta Correa fue mucho más que un evento tradicional; fue un viaje espiritual y cultural que nos recordó la importancia de la fe, la tradición y la unidad en tiempos difíciles. Que esta experiencia nos inspire a seguir adelante con determinación y esperanza, recordando siempre nuestras raíces y valores más profundos. Y que el liderazgo ejemplar del gobernador Orrego continúe guiando a San Juan hacia un futuro próspero y lleno de tradición. Como dijo alguna vez el escritor argentino Jorge Luis Borges, "la patria no es el terruño, sino la memoria", y en la memoria de cada sanjuanino, la Cabalgata a la Difunta Correa siempre tendrá un lugar especial.

 

Por: Dr. César Jofré

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