Una sanjuanina de 36 años falleció de manera repentina, a pesar de haber sido atendida por médicos en dos oportunidades, y por ello los familiares denunciaron en la justicia que se trató de una mala praxis. En ese sentido, personal de la UFI de Delitos Especiales comandado por Francisco Micheltorena intervino de inmediato en la situación.

Según pudo saber Tiempo de San Juan, en exclusiva, la víctima fue identificada como María Eugenia Tallata, oriunda de Rivadavia, quien se descompensó y nunca pudo ser estabilizada. Es que acorde apuntaron fuentes cercanas, la joven madre de un niño comenzó con un fuerte dolor de hígado y por tanto fue asistida por un servicio de ambulancias.

Los profesionales que la vieron le inyectaron un calmante en la zona baja de la columna y le recomendaron que tomara buscapina, entre otros medicamentos. Los familiares señalaron que, a pesar de la asistencia, el cuadro de la chica empeoró al punto que se le pusieron moradas las piernas y su pelvis. Fue por eso que la llevaron de urgencia al Hospital Rawson.

En el nosocomio de Capital, los parientes de la fallecida contaron que no lograban dar con el diagnóstico hasta que horas más tarde, con una tomografía, descubrieron que presentaba un cuadro infeccioso en la zona abdominal. Lamentablemente, dos horas después de eso, la chica murió.

Por cómo se desencadenaron los hechos, el marido de la mujer, Diego Monterroza, radicó la denuncia y la fiscalía de turno tomó cartas en el asunto. Fue por eso que, mediante orden judicial, concretaron este viernes por la mañana el traslado del cuerpo a la Morgue Judicial para que se le practique la autopsia correspondiente.

FUENTE: TIEMPO DE SAN JUAN